Las editoriales también bailan

Tal como expongo en uno de los capítulos del libro “Objetivo: ¡Bailar!”  los tiempos cambian. De hecho, siempre han cambiado, pero la gran diferencia es que ahora lo hace a una mayor velocidad. De ahí que los departamentos de innovación y reinvención de las empresas tengan que trabajar a pleno rendimiento. Por ello, espero que en tu empresa tengas un departamento de estos, aunque la empresa seas tú mismo, ya que de nuestra capacidad de innovación dependerá la supervivencia de nuestro proyecto.

Cuando estaba trabajando en mi nuevo libro con Verónica, entré en contacto con el mundo editorial, un mundo que conocía vagamente y del que me ha sorprendido su nuevo modo de funcionar. De hecho, me rompieron los esquemas y cualquier idea preestablecida que tenía a la hora de publicar el libro. ¡Imaginaros la sorpresa! Yo tratando de aconsejar a los lectores para que innoven y se reinventen y, de pronto, me encuentro con un sector tradicional que se halla en pleno proceso de reinvención, cambiando incluso su modelo de negocio para adaptarse a las necesidades de su potencial proveedor, los autores.

Hasta hace muy poco (y muchas todavía lo hacen), las editoriales esperaban que los autores les enviasen sus escritos para que su “hombre nariz”, igual que sucede en las grandes empresas de perfumes, eligiera o no publicar una obra. El éxito de la editorial se basaba en que la persona esa persona tomara la decisión acertada. Sin embargo, eso ahora ya ha cambiado. Una mayor competencia, la aparición del libro electrónico, el sistema de impresión bajo demanda y, por supuesto, el medio de distribución que proporciona Amazon; han sido los culpables de ese cambio.

Las editoriales se encargaban de realizar la última corrección, la impresión, la distribución física y la promoción de las obras. A cambio, se quedaban con los derechos de autor mientras que éste percibía una comisión por ventas. Hoy en día los autores pueden elegir qué tipo de servicio quieren que les ofrezca la editorial, incluso autopublicarse su obra y distribuirla por todo el mundo mediante Amazon. Del mismo modo, puede elegir quién le promocionará su obra: ¿una editorial o una campaña en Google Adwords?

Por este motivo, las editoriales ya no esperan a que los autores les presenten sus obras, sino que ¡salen a buscarlos! Esgrimen estrategias empresariales y comerciales innovadoras para la captación de autores y elaboran campañas de marketing en redes sociales con la promesa de “te ayudamos a escribir y publicar tu libro”. A partir de ese momento, su modelo de negocio ya ha cambiado: los autores pasan a ser clientes en lugar de proveedores a los que ofrecen servicios de formación, asesoramiento y acompañamiento en el proceso de creación de un libro, además de los ya tradicionales.

Y si la reinvención ha llegado a uno de los sectores más clásicos que existen, como es el mundo editorial, no es por otra cosa que porque también se han apuntado al baile.

Señoras, señores: ¡hay que bailar!